EDITORIAL
Diario La Realidad Saharaui, DLRS
Madrid. Dom 09/04/2017
Para el conflicto del Sahara Occidental no es
de recibo ni prudente que el Secretario General Antonio Guterres asigne un nuevo
Enviado Personal para el Sahara Occidental que no sea un brillante diplomático
Estadounidense. Parafraseando el proverbio saharaui الي كط عظواحنش يخلعو احبل “Quien le
haya mordido una serpiente, una cuerda le asustará igual”; pensamos en algunos
de los anteriores Enviados Personales de los Secretarios Generales de la ONU
para el Sahara Occidental que se han sucedo a lo largo de estos 42 años del conflicto,
desde el paquistani Yakub Khan al holandés Van Walsum, diplomáticos que al
final de sus funciones intentaron inclinar la balanza hacia las tesis
marroquíes. Ignoraron la naturaleza del problema del Sahara Occidental: “Uno de
los 17 territorios no autónomos registrado en el Comité de Descolonización, C-24,
que faltan por autodeterminarse”. Y que el problema del Sahara Occidental es un
tipo caso de ocupación ilegal perpetrado desde 1976 por el régimen de
Marruecos.
Estos dos casos deben sentar precedente a tener
en cuenta para cualquier nuevo mandato de la ONU a fin de conducir el conflicto
acorde a las resoluciones de la ONU, de su máximo órgano el Consejo de
Seguridad y en respeto a la voluntad del pueblo del Sahara Occidental. Antonio
Guterres debe reflexionar y seguir el ejemplo de los tres brillantes diplomáticos
estadounidenses que supieron entender la naturaleza del litigio y aclararon a Marruecos y al Consejo de
Seguridad que sólo cabe la solución de respetar el derecho de la
autodeterminación de los saharauis. Frank Ruddy, exembajador estadounidense y exresponsable
del contingente de la MINURSO en el Sahara Occidental; James Baker,
exsecretario de estado y exenviado personal del SG de la ONU y el exembajador y
diplomático Christopher Ross, forma
parte de esa saga de diplomáticos norteamericanos que no se dejaron
influir por la maquinaria de soborno marroquí ni permitieron desnaturalizar el
verdadero cauce de la resolución del conflicto.
El Diario La Realidad Saharaui ha preguntado al
analista y periodista saharaui Ali Salem Iselmu sobre el perfil del nuevo
candidato propuesto por el Sr. Guterres para el Sahara Occidental. “A lo largo
del conflicto del Sahara Occidental y desde que la ONU llevó a cabo una mediación
entre las partes desde 1991 hasta fecha de hoy, los Enviados del Secretario
General que más han ejercido presión para la implementación de una solución al
conflicto acorde a la doctrina de las Naciones Unidas fueron estadounidenses. Yo
señalaría que James Baker ha sido el enviado más importante, ya que intentó en
varias fases cerrar el conflicto acorde con la legalidad internacional”. El analista
saharaui subrayó que “Christopher Ross, un Enviado Personal que visitó los
territorios saharauis ocupados, conoció de cerca las violaciones de derechos
humanos, la represión y la falta de democracia en estos territorios ocupados y
luchó convencido de que el conflicto podía tener una salida desde los derechos
humanos en la medida en que Marruecos aceptara un mecanismo de observación con
el que desaparecía ese apartheid del que siempre habló el exembajador
estadounidense Frank Ruddy”.
Sobre la transparencia diplomática de los
funcionarios de la ONU que trabajaron en el dossier del Sahara Occidental, el periodista
y escritor saharaui recuerda que “hay funcionarios y representantes personales
del Secretario General de la ONU que se plegaron de forma clara con las tesis
de Marruecos y se dejaron sobornar”. Compra de voluntades que ha hecho que los
dirigentes saharauis perdieran la confianza en la transparencia y neutralidad
de representantes personales que no fueran estadounidenses. Opina Ali Salem
Iselmu que “Sólo un mediador creíble, respaldado por una administración fuerte
como la de Estados Unidos y los miembros del Consejo de Seguridad es el que
puede arrancar una solución basada en el derecho internacional y amparada en la
doctrina de la descolonización y la autodeterminación de la última colonia
africana, que es el Sahara Occidental”.
En cuanto al nuevo candidato propuesto por
Guterres varios medios que siguen de cerca el conflicto como el diario digital argelino
Tout Sur l'Algérie, TSA en su edición del sábado 8 de abril, y que ha rotulado
en francés [Sahara occidental: Horst Köhler, un ancien président allemand,
nouvel envoyé spécial] considera que el propuesto sucesor de Ross es un “nuevo
reemplazo que ofrece un perfil muy diferente”. Y lo más probable que los dirigentes saharauis
y sus aliados, Argelia, Sudáfrica, Gran Bretaña y los países latinoamericanos
no acepten la propuesta de Antonio Guterres y que se obrara por una
nacionalidad norteamericana cercana al dosier, de pasado limpio y que no fuera
un simple tecnócrata y banquero, como es Horst Köhler. Esto es lo que deben
exigir los saharauis a la ONU y a su Consejo de Seguridad. A Marruecos se le
deben cerrar todas las puertas y arrinconarle en su real y justa dimensión en
el conflicto y ante el derecho internacional.
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