EL PAIS/REPORTAJE:
Marruecos perdió un batallón y cuatrocientas
toneladas de armamento en la batalla de Mahbes.
De izda Mohamed Lamin Uld Buhali, Dte del 2 Regimiento; el difunto Secretario General del F. Poliario M. Abdelaziz y el actual Presidente de la Republica Saharaui Brahim Ghali. |
Memoria de la Guerra del Sahara Occidental
Decía TIM COLCERI - Militar que dispara la ametralladora en la película
La Chaquete metálica: “Todo lo que se mueve es un vietcong. Todo lo que se esté
quieto es un vietcong disciplinado”.
MANUEL OSTOS. El País Argel 28 OCT 1979. * Este
artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de octubre de 1979.
Fotos de la fotoreportera francesa de guerra Christine Spengler quien cubrió la guerra del Sahara Occidental contra la ocupación marroquí (cadáveres de soldados marroquíes) |
A las seis de la mañana del domingo 14 de
octubre, los 1.200 hombres que integran el XIV batallón RIM de infantería de
las Fuerzas Armadas marroquíes, estacionados en Mahbes desde hace cuatro años,
son sacudidos en su sueño, o en el interior de las trincheras, por una nutrida
salva de disparos de diversos calibres. Con su proverbial conocimiento del
terreno, el Polisario, ha logrado aproximar sus Land Rover a tiro de fusil. Los
defensores de la primera línea caerán segados en pocos minutos.
Sus cuerpos, acribillados, algunos en avanzado
estado de descomposición, yacen todavía sobre el mismo lugar en que cayeron,
nueve días más tarde. Un pequeño grupo de periodistas, integrado por los
corresponsales de la prensa occidental acreditados en la, capital argelina, ha
podido pasearse por espacio de varias horas por la localidad devastada, de la
que únicamente emerge, casi intacto, el antiguo fortín del Tercio. En ese lugar
trataron de refugiarse los efectivos del batallón marroquí que vieron
obstaculizada su huida. Los combatientes saharauis limpiarán por completo todas
las líneas de defensa en seis horas; cuatro horas más bastarán para terminar
con toda resistencia en el perímetro de Mahbes. La jornada del día 15 será
dedicada a rastrear las inmediaciones en búsqueda de quienes lograron
escaparse. Algunos militares marroquíes llegarán a caminar por el desierto
cerca de setenta kilómetros antes de ser capturados, y es de suponer que varios
de ellos conseguirán ponerse a salvo en la guarnición de Zag.
Foto: Jean Claude Francolon (Tanque de las FAR de Marruecos destruido por el Ejercito Saharaui, ELPS |
Mahbes es una localidad de muerte y desolación
cuando la visitamos. La reducida escolta que nos acompaña -media docena de
saharauis, armados únicamente de fusiles automáticos Kalasnikov- descubre el
inusitado desdén que manifiesta el Polisario ante la eventualidad de un intento
marroquí por reocupar la plaza. Esa hipótesis parece ser descartada por el
Frente, el cual, de todas maneras controla férreamente todas las Inmediaciones
y, si bien es cierto, que ha preferido no instalarse en la propia localidad,
ello obedece sobre todo a que, si así lo hiciera, constituiría un blanco
demasiado fácil para los aviones F-5 y Mirage F-1 marroquíes, que han venido,
regularmente, a bombardear el lugar.
Hemos contado, personalmente, 132 cadáveres
marroquíes; más de la mitad de los mismos yacen apelotonados al fondo de las
trincheras; otros están desparramados por toda la localidad. Entre la última
línea de defensa y el centro de Mahbes nos tropezaremos con más de una docena
de muertos: hombres cuyos rasgos, cuando todavía pueden ser reconocidos,
denotan la juventud que poseían y que fue truncada en cuestión de minutos. El
espectáculo es insostenible, y el hedor que emana de los cuerpos, espantoso.
Uno de los periodistas no podrá evitar verse preso de profundas arcadas, que lo
llevan a vomitar sobre el terreno.
Los hombres del XIV batallón de Infantería Real
Marroquí estaban desmoralizados. Esta es la impresión sacada del contenido de
muchas notas personales que escribieron y que fueron recuperadas por el
Polisario. Los periodistas hemos leído, también, cerca de un centenar de
documentos, todos ellos con la indicación de secreto y muy secreto, enviados al
jefe de la plaza, el coronel Mohamed Chamsseddin, por el Alto Estado Mayor, el
Estado Mayor General de las FAR, el Estado Mayor Avanzado de El Aaiún y otras
dependencias oficiales.
Foto: Jean Claude Francolon (Cadáver de un soldado marroquí) |
Drogas, homosexualidad y
deserciones del ejercito marroquí
En uno de esos documentos, fechado en Rabat y
enviado por el Estado Mayor, se advierte a la guarnición del recrudecimiento
del tráfico y consumo de drogas entre las fuerzas marroquíes instaladas en el
Sahara occidental. Al margen del mismo hay una anotación donde se lee: «como
uno de los casos más delictivos, citamos el del cabo Mohamed Bujari, quien fue
descubierto mientras fotografiaba a un grupo de militares haciendo comercio de
kif con algunos integrantes del 2.º RIM...». Diversas notas de servicio
conciernen a las deserciones. Una de ellas, firmada en Mahbes, el 27 de marzo
de 1979, por el sargento Ali Hadir, refiere la «desaparición» del soldado de
segunda clase El Jonssi..., «que abandonó su puesto de guardián del depósito de
municiones».
Uno de los documentos capturados por el
Polisario es la copia de un mensaje, recibido en Mahbes el 17 de julio de 1979,
enviado por el Estado Mayor, particularmente significativo del estado de ánimo
en que se hallaba la alta oficialidad en vísperas de la cumbre africana de
Monrovia. El texto dice: «Sabemos que, aprovechándose de la presencia de Su
Majestad el Rey en la cumbre de la OUA, los rebeldes han decidido intensificar
sus ataques a localidades que, por ser conocidas, pueden suscitar un interés
internacional. Los objetivos especialmente asignados son Tan-Tan, Tarfaya,
Laayun y todas las localidades al norte de Uarkziz. »
Por las descripciones hechas de las
circunstancias del ataque, por el medio centenar de prisioneros marroquíes
presentados con anterioridad a la visita de Mahbes, es posible deducir que el
Polisario disponía de una importante concentración de fuerzas, posiblemente del
orden de 2.000 a 3.000 hombres.
Presos militares marroquíes capturados por el Ejercito Saharaui en distintas batallas en la guerra del Sahara Occidental contra Marruecos |
Un potente armamento
Pero, en cuanto al armamento, los propios
prisioneros reconocen que la guarnición lo tenía de sobra y éste era superior
al utilizado por los atacantes. La plaza contaba con un escuadrón de carros
blindados, integrado por ocho AMX (sólo cuatro de ellos estaban en la localidad
en el momento del ataque), un escuadrón de artillería pesada y un grupo
especial de apoyo compuesto por baterías de cohetes tierra-tierra, de los tipos
TOW, fabricados por la firma norteamericana Hughes, y SAM-9, de fabricación soviética.
El Polisario quería demostrar, al atacar y
ocupar Mahbes, la ineficacia de la aviación marroquí, ya que el terreno sobre
el que se encuentra la guarnición -totalmente llano- facilita la intervención
eventual de la fuerza aérea. Pero ni los Mirage ni los F-5 pudieron cambiar el
curso de los acontecimientos. Mahbes cayó en el espacio de un sólo día, aunque
los combates esporádicos continuaron, en algunos sectores, durante más de 36
horas. El coronel Chamsseddin no se encontraba en el lugar; su adjunto, el
capitán Mohamed Sakka, tras haberse convencido de que no obtendría los
refuerzos que había pedido a Zag, huiría, junto a otros oficiales, en uno de
los carros blindados.
Foto: Garofalo Jack |
Más de cuatrocientas toneladas de armamentos
diversos, entre los que se encuentra, completamente intacto, un misil
norteamericano TOW y su sistema completo de tiro, fue recuperado por el
Polisario. Mahbes tenía para los saharauis un valor simbólico. En esta
localidad no solamente radicó, antaño, un gran destacamento de las fuerzas
nómadas, sino que allí se instaló el embrión de la primera administración
saharaui y se constituyó el Consejo Nacional Saharaui, integrado por una
mayoría de miembros de la antigua Yemaa. Las fuerzas marroquíes culminaron en
Mahbes la ocupación de todo Seguiet el Hamra.
La localidad constituye un importante cerrojo
del eje teórico Tinduf-Smara y su pérdida convierte a toda la zona sur del
propio territorio marroquí en lugar aún más inseguro que en el pasado. Muy
pocos puntos de resistencia le quedan a Marruecos en la parte norte del Sahara
occidental. Con excepción del triángulo Aaiún-Bu-Craa-Smara, sólo existen
guarniciones localizadas en Bojador, Guelta-Zemur y Bir-Enzaram. En cambio,
todo el noreste de la zona es controlado, por el Polisario.
Los saharauis dan prueba de gran desprecio a lo
que consideramos normas elementales de seguridad, pero que, en su caso, no
tienen significación alguna. La guerra del Sahara ha pasado ya, con toda
claridad, a una fase horizontal muy lejana de la guerra de guerrillas. Sus
objetivos son el ataque y conquista de grandes guarniciones, y el número de las
que le quedan a Marruecos se va reduciendo rápidamente.
Fotos corresponsal FAROUK BACHITE (Fuerzas Blindadas del Ejercito Saharaui, 2 Regimiento) |
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