Diario La Realidad Saharaui/DLRS, domingo 7 de
julio de 2019
ENTREVISTA | Felipe Briones. Por Emilio J.
Martínez - Alicante
“El caso del Sáhara es único en el mundo,
abandonado ilegalmente por España e invadido y oprimido por Marruecos”
El periodico El Diario en su edicion del sábado 6 escribe: El fiscal anticorrupción de Alicante, Felipe
Briones, en calidad de secretario general de la Asociación Internacional de
Juristas para el Sáhara Occidental, repasa las últimas novedades sobre el
conflicto de un territorio del que recuerda que España sigue siendo potencia
administradora.
Felipe Briones es sinónimo de azote de la
corrupción en la provincia de Alicante. Por sus manos han pasado numerosos
casos como Brugal y los que le quedan como fiscal anticorrupción. Nacido en
1959 en Ifni cuando todavía era provincia española, pronto se fue a vivir al
Sáhara español. “Donde aprendo a querer”, afirma. Con la invasión marroquí en
la conocida Marcha Verde de 1975 se ve obligado a marcharse, habiendo sido
testigo de la creación del Frente Polisario o la llegada de la Misión de Naciones
Unidas. Sin embargo, Briones también es conocido por su constante denuncia de
la injusticia que atraviesa este territorio al sur del Magreb y que expresa
como secretario general de la asociación internacional de Juristas para el
Sáhara Occidental. Repasamos con él las últimas novedades de un conflicto
enquistado tras impartir una ponencia en Villena titulada La responsabilidad de
España ante el pueblo saharaui.
¿Desde el punto de vista jurídico,
cuál es la responsabilidad de España con el Sáhara?
La responsabilidad de España con el Sáhara se
puede resumir desde el derecho internacional y desde el derecho interno
español. Desde el punto de vista del derecho internacional, todos los
territorios no autónomos del mundo, que actualmente son 17, necesitan una
autoridad administradora de iure, es decir, de derecho, que suministre al mismo
tiempo información al secretario general de la ONU sobre cuáles son las
condiciones que se viven en ese territorio no autónomo, cuáles son las
inversiones que la potencia colonial efectúa en los ámbitos sanitarios,
educativo, social, económico… para percibir el avance y progreso en las
condiciones sociales de esos habitantes y, además, cómo apoya la potencia
colonial a los movimientos de liberación en aras a que ese movimiento pueda
comandar en un futuro un referéndum o una negociación con la potencia para que
ese territorio no autónomo se pronuncie sobre su propio destino. Ese es el
encaje internacional.
De los 17 territorios no autónomos, únicamente
en el caso del Sáhara la autoridad administradora de iure, que es España, no
coincide con la potencia que lo está administrando y ocupando de facto, que es
Marruecos. En ninguno de los otros 16 sucede esto, donde sí coincide.
Naturalmente en ninguno de esos 16 hay una violación sistemática de los
Derechos Humanos, el movimiento de liberación ha entablado una guerra contra la
potencia que lo ocupa, en el caso del Sáhara durante 16 años, y en ninguno de
esos 16 la potencia colonial bloquea sine die la celebración de un referéndum.
El caso del Sáhara es único en el mundo, es un gueto del que no se puede entrar
o salir donde la violación de los derechos fundamentales se ha erigido en una
política sistemática por parte de la potencia ocupante.
La potencia ocupante en términos de derecho
internacional es un eufemismo para referirnos a invasión. La ocupación de facto
para el derecho internacional es ilegal si se perpetúa en el tiempo. La
ocupación carece de un estatus jurídico, político y eso es lo que sucede con
Marruecos en el Sáhara desde que en 1975 lo invade militarmente sin ningún
título jurídico, ni histórico ni político que lo avale.
El derecho internacional prohíbe que una
potencia colonial abandone ese territorio antes de que esa población se
autodetermine vía celebración del referéndum. No se puede abandonar
unilateralmente por la potencia colonial el territorio que administra. Por eso,
el abandono declarado por España para finales de febrero de 1976 nunca fue
reconocido por las Naciones Unidas y de hecho hay una resolución en octubre y
diciembre de ese año en que la ONU sigue tratando a España como potencia
colonial. Es decir, después de los acuerdos tripartitos.
Con respecto al derecho interno
español imagino que pesa como una losa el auto reciente de la Audiencia
Nacional.
Así es. Se evidencia fundamentalmente en el
auto del pleno de lo penal de la Audiencia Nacional de fecha 4 de julio de
2014, que supone toda una lección jurídica sobre el Sáhara Occidental y que
viene a establecer que España sigue siendo la potencia colonial del Sáhara
actualmente y que los delitos que se puedan cometer en el Sáhara son
competencia directa de las autoridades judiciales españolas. Porque respecto al
Sáhara no se aplica el principio de Justicia Universal como sucede con respecto
a los demás temas de la Audiencia Nacional sino el principio de
territorialidad, es decir, que rige el 23.1 de la ley Orgánica del Poder
Judicial que coincide con el artículo 8 del Código Civil que viene a decir que
las leyes penales rigen en todo el territorio español. Entonces ese auto
distingue entre territorio nacional y territorio español y considera que las
colonias son territorio español pero no territorio nacional como sucedía con
Ifni y con Guinea Ecuatorial. Al ser español y no nacional se dice que no afecta
a la indisolubilidad del Estado, a la integridad territorial, que es algo
contingente, accesorio y transitorio. Al no ser nacional, el derecho ampara que
esos territorios no nacionales, que tienen la categoría de colonias, se puedan
independizar de la propia metrópoli y se puedan erigir como territorios
nacientes. Por eso no tiene nada que ver, entre paréntesis, con Cataluña, que
es un territorio nacional y español mientras que el Sáhara como colonia es un
territorio español no nacional y mientras no se autodetermine seguirá siendo
español. Por tanto, el artículo 73 y 74 de la carta de la ONU, que es el que
establece las obligaciones de las potencias coloniales, una de las obligaciones
es el de la protección jurisdiccional de la población de esos territorios. Por
eso, si la potencia colonial tiene la obligación de proteger judicialmente a
esos ciudadanos es porque el territorio continúa siendo español hasta que se
independice.
¿Qué significado tiene por tanto el
auto?
Es revolucionario. Significa simplemente que
todo lo que se viene haciendo con el Sáhara desde el ámbito político está mal
hecho. Y la cuestión es grave porque no existe parangón en el mundo. No existe
en ningún sitio del planeta un territorio que sea abandonado durante 40 y
tantos años de facto y de manera ilícita por la potencia administradora;
dejándolo a los pies de un país invasor, ocupante, que además hace de la
política de represión de los derechos fundamentales algo sistemático.
¿Entonces, por qué desde el auto no
se han producido cambios?
Porque esto es como casi todo, no cabe esperar
un automatismo en las resoluciones judiciales en el sentido de ser respetadas.
Hace falta una acción de parte de cuantos más movimientos, partidos políticos,
medios de comunicación mejor. Si no, no se consolida en tanto que hay mucha
acción en contra de que se conozca el tema del Sáhara y la cuestión es por qué
y para qué. Bueno, entonces ya lo tenemos. Si mantenemos el silencio, incluso
ante cualquier acción judicial, tendrían capacidad los contrarios de que esa
resolución empiece y acabe en sí misma, que no tenga prolongación.
Pero las evidencias jurídicas de la
Audiencia Nacional chocan con la versión que tiene el Gobierno de España y que
supimos hace unos meses.
Sí, en noviembre de 2018, un senador [Jon
Iñarritu de Bildu] preguntó al Gobierno sobre cuál es la razón por la que
considera que España no es la potencia administradora de iure. Entonces, la
respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores señaló que la posición oficial
fue la contenida en la carta del 26 de febrero de 1976, desde esa fecha España
no figura como potencia administradora en la lista de territorios no autónomos
de las Naciones Unidas. Sin embargo nos vamos a la lista de territorios no
autónomos del mundo de la Naciones Unidas y con fecha de marzo de 2015 aparece
España, no aparece Marruecos.
Por lo tanto, es evidente que
España está mintiendo, ¿no cree?
(Silencio).
¿La negativa de España a reconocer
estos hechos obedece a su posición de favorecer los intereses con Marruecos?
Un ex ministro de Asuntos Exteriores marroquí
dijo que el 90% de las relaciones entre Marruecos y España tienen que ver con
el Sáhara Occidental; es una idea no conocida aquí pero en su momento
reveladora. Hay que defender la relación estratégica como vecinos entre España
y Marruecos, pero también hay que defenderla entre España y Argelia. No se
trata de eso. Se trata de hacer como Australia respecto a Indonesia con motivo
de la celebración del referéndum en Timor Oriental. Australia mantuvo la
relación geoestratégica y geoeconómica con Indonesia y al mismo tiempo le pidió
a Indonesia que respetara la posición del gobierno australiano con respecto a
Timor Oriental en el sentido de que era la propia opinión interna de Australia
la que demandaba el apoyo de su gobierno hacia Timor Oriental. Y por tanto
Australia como gobierno democrático debía respetar lo que quería la ciudadanía.
Y esa opinión mayoritaria es lo que se produce en España con respecto al Sáhara
y la inmensa mayoría de la gente que conoce el contencioso del Sáhara apuesta
por la celebración de un referéndum de autodeterminación.
Pero parece que se escudan en las
discordancias con los censos.
No. Todo eso está resuelto. El único problema
es la bendición del bloqueo marroquí de no celebrar un referéndum salvo que la
única propuesta que contenga ese referéndum sea la de la autonomía de los
saharauis dentro de Marruecos. Es decir, eliminar la posibilidad de la
independencia del Sáhara.
¿Qué sentido tendría celebrar un
referéndum así?
Es un referéndum desnaturalizado que no vale.
Una autonomía parte de un Estado unitario y como ejemplo el nuestro que ha
pasado a ser descentralizado. El problema en el Sáhara no es que parta de un
Estado unitario, es que nunca ha pertenecido a Marruecos. Es una simple invasión
militar en 1975. Por cierto, ni Naciones Unidas ni la Comunidad Internacional
pueden santificar una solución a la marroquí. Nadie puede bendecir que se
invada un territorio y a la larga darle una autonomía. Porque si esa fuera una
fórmula de dirimir los conflictos internacionales, el mundo peligraría en todas
las fronteras. No cabe invadir y luego proponer una autonomía porque existe el
principio de la intangibilidad en las fronteras africanas heredadas de la
colonización y el mapa de África no se puede tocar. Y a diferencia de otros
territorios, aquí no hay ningún motivo, ni político ni histórico. No hay
ninguna relación histórica entre Marruecos y el Sáhara occidental que pueda
avalar la nueva aplicación del principio de descolonización.
¿Qué salida ve a un entuerto que ha
dejado, tras más de 40 años, a miles de personas viviendo en campos de
refugiados?
Hay salida. Hay rondas de negociaciones. EEUU
parece que avala una salida razonable al conflicto y por tanto hay que confiar
en que el fin de este contencioso que afecta a toda la población del Magreb, a
las relaciones de Marruecos y Argelia y a las relaciones de Europa con
Marruecos y Argelia, se solucione. Las relaciones económicas para que puedan
comerciar 60 a 80 millones de habitantes con Europa y EEUU siguen pendientes,
por lo que hay interés. Por ejemplo, en la suscripción de un nuevo acuerdo de
pesca entre Marruecos y la Unión Europea, desobedeciendo la sentencia del
Tribunal Europeo de Justicia que prohibió suscribir el nuevo convenio de pesca
habida cuenta de que no revertía los cánones en el pueblo saharaui, no se había
contado con el Sáhara y el interlocutor válido, que es el Frente Polisario. Y
ha sido solucionado por el propio parlamento suscribiendo un nuevo acuerdo en
el que esta vez, además, el ámbito territorial se marca desde el norte de
Marruecos al sur del Sáhara, se incrementa el canon a favor de Marruecos y se
incrementa el número de licencias de pesca a faenar en aguas saharianas. De
manera que está expedita la vía para que el Frente Polisario acuda de nuevo
ante el Tribunal de Justicia.
Pero eso no es un avance.
Es un retroceso porque ahora supone una
desobediencia absoluta a la sentencia del propio Tribunal de la Unión Europea.
Entonces el Sáhara se encuentra más
solo.
Más solo pero más arropado en los temas
jurídicos que existen y que sistemáticamente vienen dando la razón a ese pueblo
y evidenciando por tanto lo que son actos viles de delincuencia internacional
como está concebido por el propio derecho. El apartheid y la perpetuación del
colonialismo son crímenes contra la humanidad.
Nezha Khalidi
¿La última noticia más relevante es
la expulsión de tres abogados españoles que iban como observadores del juicio
contra la periodista Nezha Khalidi, qué le parece?
Sí, es una activista de 27 años que se enfrenta
a una condena de 2 años de prisión y una multa por grabar y difundir en directo
una manifestación saharaui. La acusación que le hace Marruecos es una supuesta
usurpación de profesión en el sentido de que Marruecos exige disponer de una
acreditación de prensa para actuar como periodista. Pero al mismo tiempo en el
Sáhara occidental la prensa internacional no está permitida. Para este juicio,
que se suspendió en mayo y se ha celebrado el 24 de junio, el día antes los
observadores, abogados españoles y no abogados, fueron expulsados al llegar a
El Aaiún, no se les dejó salir del aeropuerto. Y eso que nuestros tres abogados
iban amparados por el Consejo General de la Abogacía española. Y es de las
primeras veces que se reprime la observación internacional. Se denuncia que ha
sido torturada esta mujer y estamos a la espera de la condena. Pero por todo lo
dicho antes, Marruecos carece de jurisdicción en todo el territorio,
corresponde a España y se están castigando conforme a una legislación interna
marroquí supuestos que están arropados por el derecho a la libre determinación,
como es el de la creación de partidos, la libre asociación, la libertad de
prensa y expresión, etc.
¿Qué opinión tienen que ante estas
expulsiones el Gobierno español no se haya querido pronunciar?
A mí me parece que es evidente conforme al
derecho internacional e interno que esto no se debe tolerar. Porque estamos
dentro ya de la vulneración de todos los estatutos internacionales,
principalmente de la libertad de prensa. No hay ningún principio que pueda
avalar el cierre a cal y canto del territorio del Sáhara occidental a
observadores internacionales y a prensa libre. Por tanto, debe vincular a un
país democrático como el nuestro el amparo de los derechos fundamentales con
respecto a ciudadanos españoles y en relación a un territorio autónomo respecto
al cual hoy en día mantenemos incólume toda la responsabilidad internacional.
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