Diario La
Realidad Saharaui/DLRS, sábado 27/06/2020
Marruecos sin
infraestructura confina en infrahumanas condiciones a los migrantes subsarianos
en El Aaiun ocupada
El periódico digital El Diario en su edición del sábado a través de su reportera Sonia Moreno recoge la difícil situación
de los migrantes del ÁFRICA negra que en su itinerario hacia Europa pasan por
la ciudad ocupada del Sahara Occidental, El Aaiun, controlada militarmente por
Marruecos.
Sonia Moreno en
un extenso reportaje relata que, “Las autoridades marroquíes están deteniendo
de forma masiva e indiscriminada a personas de origen subsahariano en El Aaiún,
capital del Sáhara Occidental, a los que encierran en centros de internamiento
para someterles a test de COVID-19. "No hay agua. Les pedimos que nos
traigan bidones al menos para lavarnos, porque en el baño no hay agua. No
comemos. Nos dan un pan y hay que esperar hasta la noche para comer otro
pan", explica un migrante de origen subsahariano encerrado este viernes,
después de que la policía irrumpiese en su casa. Ver video
Los agentes
desconocen si las personas a las que detienen han estado en contacto con un
positivo o si presentan síntomas, sino que han convertido a todo migrante
subsahariano en sospechoso de estar contagiado. Aunque las fuerzas de seguridad
marroquíes encerraban desde el inicio de la pandemia en centros de
internamiento a personas migrantes que se encontraban en la calle con el
objetivo de que estos cumpliesen el confinamiento, ahora han dado un paso más.
Desde la
semana pasada, los agentes detienen y encierran a personas de África
subsahariana con el objetivo de someterles a pruebas PCR, tras la detección de
25 contagios entre los 68 ocupantes de dos pateras que partieron de El Aaiún
con destino Fuerteventura la semana pasada -todos ellos fueron identificados en
la isla y se encuentran siguiendo su cuarentena-. Una tercera embarcación fue
rescatada en la costa de Tarfaya, a 85 kilómetros de El Aaiún, y 37 personas
dieron positivo en el test de coronavirus.
Algunos de los
contagiados trabajaban en una empresa de conservas en el puerto de El Aaiún,
conocido como 'La Playa', donde se ha localizado un brote. A pesar de que en
los últimos días se detectaron 168 casos de la COVID-19, solo 24 son personas
de origen subsahariano.
Los encierros
han despertado protestas en algunos de estos centros. "Ayudadme, voy a
morir. Los militares nos tienen encerrados aquí, nos obligan a tomar
comprimidos, dicen que es para el corona. Yo no tengo corona, me están forzando
a morir, ayudadme", denuncia en un vídeo una mujer encerrada con sus hijos
desde hace dos semanas.
Marruecos ha
pasado a hacer redadas en las casas donde suelen vivir los migrantes. En varios
vídeos enviados a las organizaciones y compartidos en las redes sociales se
puede ver cómo los sacan de sus casas y los meten en furgonetas sin atender a
las medidas de distanciamiento social necesarias para evitar el contagio. Tampoco
tienen en cuenta si han guardado la cuarentena.
"Estaba
en casa durmiendo y vinieron por la noche a cogerme. Cuando salí, me dijeron
que subiera para poder hacerme el test de coronavirus y que podría volver
pasado mañana. Desde que llegamos no comemos nada más que pan. Encima de eso
estamos cerrados aquí y no tenemos el derecho de salir a comprar lo que
queramos. No podemos lavarnos, y llevamos con la misma ropa desde hace cinco
días", relata con un hilo débil de voz un migrante desde Tarfaya.
El Gobierno
marroquí ha creado dos centros de internamiento en una escuela y otro local
desde que comenzó la pandemia. "El dolor de los migrantes subsaharianos
continúa en El Aaiún en lugares de encierro ilegales donde viven condiciones
muy difíciles", denuncia Omar Naji, presidente de la Asociación Marroquí
de Derechos Humanos (AMDH) en Nador. Además, advierte que el mismo
procedimiento se extiende a otras localidades del país; en Rabat desde hace dos
días están haciendo redadas en las casas.
Aunque el número
de detenidos cambia cada día, el colegio Dsira de El Aaiún mantenía retenidas
este jueves a 55 personas. A las puertas de este centro se agolparon otros
migrantes en una protesta que terminó en enfrentamientos con la intervención de
agentes antidisturbios. Al menos "un senegalés resultó herido", según
explica otro de los detenidos.
Discurso
xenófobo
"Cuando
hay un grupo racializado que hace algo, la culpa se extiende a todo el grupo.
Si un migrante africano negro tiene coronavirus, entonces van a hacer redadas
en todos los barrios de migrantes y confinarlos. Pero si un europeo blanco
tiene coronavirus, no van a hacer lo mismo con todos los europeos. Treinta
migrantes que llegaron a España tienen coronavirus, pero ¿cuántos casos había
en España antes? ¿Y por eso empiezan a violar los derechos humanos de gente que
se encuentra en una situación precaria?", denuncia a eldiario.es Cynthia
Magallanes-González, estudiante de doctorado en la universidad de Michigan, que
ha trabajado en Marruecos en los últimos cuatro años investigando los flujos
migratorios.
"Los
contagios están llevando a la discriminación y al racismo con la población
migrante subsahariana a la que se refieren como africanos. Incluso hubo una
pelea en el empresa de conservas de pescado entre marroquíes y subsaharianos
acusando a estos últimos de traer la COVID-19", explica a eldiario.es
Ahmed Brahim de 'Equipe Media'.
El Diario.es
destaca que “el miedo y el discurso racista que empieza a extenderse en la
región queda reflejado en un mensaje de un conductor de Tarfaya, que al
encontrarse en la carretera a un grupo de personas migrantes subsaharianas a
pie, alerta del peligro de contagio y hace un llamamiento para que se difundan
sus palabras y lleguen a las autoridades locales: "Están viniendo a pie de
Guelmim a Tan-Tan, y son ellos los culpables de los casos que hubo en El Aaiún.
Que dios nos proteja, si alguno de ellos consigue llegar a Tantan vamos a
contagiarnos todos del virus. Por favor compartid este audio"
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