Diario La Realidad Saharaui/DLRS, sábado 05/09/2020
La clave de la misteriosa desaparición de cinco
jóvenes franceses y un marroquí sin rastro en la frontera de Marruecos con el
Sahara Occidental en (1976)
Artículo del investigador saharaui Ghali Zobeir,
publicado en el portal Saharawi.net el pasado 2 de septiembre de 2020. Traducción:
DLRS
¿Será que el ejército marroquí eliminó físicamente a los jóvenes franceses y a su amigo marroquí? Hipótesis que subraya Zubeir.
La clave de la misteriosa desaparición de cinco
jóvenes franceses y un marroquí sin rastro en la frontera de Marruecos con el
Sahara Occidental en 1976. Extenso e interesante artículo de investigación del
Dr. Ghali Zubeir en el que despeja varias hipótesis.
En una grabación de audio, el mártir Luali
Mustafa Sayed, que en paz descanse, dice: "El estado francés debe preguntar
por los cuerpos de sus ciudadanos entre las filas el ejército marroquí".
Esta grabación me impulsó a buscar y excavar el
caso de estos franceses para refrescar una tragedia humana, misteriosa y confusa
que sigue hoy sin respuesta. Se trata de cómo cinco jóvenes franceses y un
joven marroquí desaparecieron cerca de la frontera marroquí con el Sahara Occidental,
durante el fin de año de 1976.
A través de preguntar y explorar en el archivo
de la prensa de ese período pude recopilar acerca de los acontecimientos de esta
lamentable tragedia. Aquí está la historia desde sus inicios.
El principio:
En la víspera del Año Nuevo de 1976, los hijos
del Sr. Paul Pascone, investigador francés en ciencias sociales y poseedor de
la nacionalidad marroquí, invitaron a unos compañeros de secundaria a pasar el
Año Nuevo en la cabaña familiar en la encantadora zona costera de
"Akhnevis", ubicada en la orilla del Océano Atlántico entre Tarfaya y
Tantán, en el extremo sur de Marruecos.
El 27 de diciembre de 1975, poco después del
mediodía, una pequeña furgoneta Volkswagen partió de la capital marroquí,
Rabat, en dirección al sur, llevando a seis jóvenes: Jill Pascon (20 años), su
hermana Nadine (19 años), sus amigos Jean Goyot (19 años) y su hermana Beatrice
(17 años), estos último eran hijos del asesor político de la embajada de
Francia en Rabat. Además, les acompañaban Colette Blanchett (20 años), y de su
colega marroquí Fouad Al-Fayez.
El grupo continuó su viaje sin acontecimientos
significativos hasta que llegó a la ciudad de Tantán el 29 de diciembre de 1975.
Allí obtuvieron un permiso del gobernante marroquí para viajar a El Aaiún, con
la garantía de que la zona era segura y no había preocupaciones de seguridad de
ningún tipo en ella.
Aquí, la historia se ramifica y
tenemos dos historias:
La primera dice que el grupo llegó a la cabaña
y pasó el Año Nuevo allí y luego desapareció.
La segunda historia dice que el grupo
desapareció después de que su pequeña furgoneta formara parte de un convoy
militar marroquí que se dirigía de Tantán a la ciudad ocupada de El Aaiún.
Llegados a este punto, entran en conflicto teorías
sobre cómo habrían desaparecido estos jóvenes, cuyo viaje se convirtió en una
tragedia para la que aún no se ha establecido el punto final.
La interpretación marroquí de la
desaparición
Los cinco jóvenes franceses y su amigo marroquí
desaparecieron sin dejar rastro, como mencionamos, desde la Nochevieja de 1976,
y no se sabe - definitivamente - la forma en que desaparecieron del pueblo
hasta el día de hoy.
Parece difícil para una persona cuerda creer
que tres chicos y tres chicas en la flor de su edad desaparecen, así como
desaparecen los cristales de sal en un vaso de agua, además teniendo en cuenta
que esta sospechosa desaparición se produjo en una zona de notable seguridad y
presencia militar, como era el caso de la región en ese período, sin dejar
rastro alguno sobre su destino, sin una explicación lógica de lo que les
sucedió.
Volvamos a la historia de los
jóvenes desaparecidos
Las familias de los jóvenes franceses y su
amigo marroquí perdieron contacto con ellos tras su salida de la ciudad de Tantán
el día 29 de diciembre de 1975, debido a no existencia de líneas telefónicas en
ese momento en la región, pero las familias no se sintieron ansiosas hasta el 2
de enero, día en que se suponía que los jóvenes tomarían el camino de regreso a
la ciudad de Rabat para abordar el barco rumbo a Francia donde continuarían sus
estudios.
Los contactos de la familia con las autoridades
marroquíes, que autorizaron a los jóvenes a cruzar al Sáhara Occidental,
llevaron a que las autoridades anunciaran las primeras teorías que explican
esta extraña desaparición.
Para quitarse de encima la presión de las familias,
el Estado marroquí anunció que los jóvenes estaban vivos, a pesar de que habían
sido secuestrados por los combatientes del Frente Polisario y que el pequeño
grupo que los había secuestrado estaba rodeado por unidades del Real Ejército
de Marruecos cerca de la localidad de "Echederia" en el noreste del
Sahara Occidental.
La poca alegría y esperanza teñida de
anticipación que se generó entre las familias tras el anuncio marroquí de que
los jóvenes estaban vivos, pronto se vio perturbada por el anuncio del
Polisario de un fuerte enfrentamiento entre sus unidades y un convoy militar
marroquí cerca de la localidad de "Dora", al norte de la ocupada
El-Aaiún, el primer día de 1976, noticia que negaron en su conjunto las autoridades
marroquíes.
¿Murieron los seis jóvenes bajo la lluvia de
balas saharauis dirigidas al convoy militar marroquí, del que formaba parte la furgoneta
de los jóvenes después de su salida de Tantán hacia la ciudad ocupada de
El Aaiún? Esta es una posibilidad confirmada por la Agencia Española de
Noticias EFE. ¿La versión marroquí de su secuestro por parte de los rebeldes
saharauis fue una mera fabricación para desprestigiar al Frente Polisario y azuzar
a la opinión pública francesa y europea contra la causa saharaui?
El relato marroquí elimina la posibilidad de la
muerte de los jóvenes a causa del fuego cruzado y presentaba otro escenario
para el incidente del secuestro, en torno al cual gira la versión oficial
marroquí. Afirmaba que los jóvenes llegaron a la cabaña de la familia Pascon en
la zona de playa "Akhnifis", que pasaron allí Nochevieja, y al día
siguiente fueron secuestrados con su furgoneta por combatientes del Polisario.
Para convencer al público de esta versión, las
autoridades marroquíes se encargaron de trasladar en helicóptero a un grupo de
periodistas marroquíes y extranjeros, la mayoría de ellos franceses, desde Tantán
hasta donde se encuentra la cabaña Pascon.
Según el testimonio del guardia, dos vehículos
Land Rover llenos de hombres armados rodearon la cabaña mientras los armados
disparaban al aire y obligaban a los jóvenes a subir a su furgoneta para que
todos desaparecieran en dirección este.
Los periodistas que inspeccionaron el lugar
notaron, según el periodista francés Jean-Francis Hilde, que la cabaña estaba
ordenada y no había signos de pelea o violencia a su alrededor, y todo estaba
ordenado en su lugar, lo que confirma la conclusión de Paul Pascon de que los
jóvenes habían abandonado la cabaña con total normalidad.
Solo podemos descartar que los secuestradores
tomaron la furgoneta Volkswagen durante una operación de secuestro, sus dueños
viajan a toda velocidad por caminos accidentados del desierto por donde solo
pueden circular vehículos con tracción 4x4 de ruedas adecuadas.
A pesar de las lagunas en la narrativa oficial marroquí, el estado marroquí continuó insistiendo en el escenario del secuestro. Para confirmar su posición, el juez de instrucción del Tribunal de Apelación de Agadir, sobre la base de la información que le proporcionaron las "autoridades competentes", emitió una orden de detención por cargos de secuestro y detención arbitraria contra seis dirigentes del Polisario.
El relato marroquí, con sus debilidades, además
de la información procedente del otro lado, fue cuestionable desde el
principio, lo que abrió la puerta a muchas otras teorías que intentaron
explicar la extraña desaparición de los jóvenes franceses y su acompañante marroquí
cerca de las fronteras saharaui-marroquíes a principios del año 1976.
Un hecho ausente y múltiples
teorías
La negación categórica del Frente Polisario a la
acusación de secuestro de los seis jóvenes reforzó las dudas que siguieron a la
deslucida explicación oficial marroquí de la desaparición de los jóvenes franceses
y su amigo marroquí en Nochevieja, ya sea por parte de los familiares de las
víctimas o de la opinión pública francesa, y ha corrido mucha tinta sobre este
tema.
El Frente Polisario, en su rechazo a las
acusaciones marroquíes, confirmó que siempre da a conocer la identidad de
cualquier preso que captura, y así sucedió siempre con todos los extranjeros
que fueron capturados en la zona de operaciones que se declaró zona de guerra.
El Polisario siempre advertía a los extranjeros de las consecuencias de su
presencia allí.
La información contradictoria abrió el camino para que surgieran múltiples teorías sobre la desaparición de los jóvenes. Aquí se repasan algunas de ellas.
La primera teoría: que la
furgoneta fue expuesta a la explosión de una mina en una zona donde abundan las
minas antipersonas y antivehículos, y que la explosión pudo haber provocado la
muerte de sus pasajeros. Así Marruecos aprovechó el incidente para decir que el
Polisario había secuestrado a jóvenes franceses, lo que les permitía jugar la
carta del secuestro para obtener puntos políticos y mediáticos a su favor en su
guerra contra el Frente Polisario.
Sin embargo, esta teoría atribuida por la
Agence France-Presse a sus fuentes en Argelia se desvaneció rápidamente cuando
el ejército marroquí "mostró" la furgoneta, que se encontraba en buen
estado a la prensa en la localidad de Mahbes, al este del Sahara Occidental,
después de que la incautara el 14 de febrero de 1976.
Una segunda teoría dice que
la inteligencia marroquí pudo haber matado a los jóvenes a sangre fría después
de facilitar su cruce a una zona peligrosa y asegurar a sus familias que no
había advertencias de seguridad en ella, a pesar de su conocimiento exacto de
la realidad de las turbulentas condiciones a principios de 1976 en todo el
Sahara Occidental y el sur de Marruecos.
El proceso detrás del cual se encuentra el
Ministerio del Interior marroquí -según los defensores de esta teoría- es una
venganza contra el investigador y sociólogo, opositor al régimen marroquí, Paul
Pascon, a quien Karim El Hani lo describió en “Marayana” como “el hijo
desobediente de la sociología colonial en Marruecos”. Sus estudios,
investigaciones y trabajos de campo los llevó a cabo en las zonas rurales marroquíes
más desfavorecidas, especialmente en las cercanías de Marrakech. Sus trabajos
eran una incitación directa a la revuelta contra el sistema feudal en Marruecos.
Esto era algo que el régimen no podía tolerar, lo que se acostumbraba a saldar
liquidando a sus oponentes. Más tarde, el propio Paul Pascon moriría (o fue
asesinado) en circunstancias sospechosas durante un viaje de investigación a
Mauritania.
Si bien no fue posible matar sólo al hijo y la
hija de Paul Pascon, y dejar a los testigos, el grupo se eliminó de inmediato
para borrar cualquier rastro y colocar la acusación sobre el Frente Polisario
con fines tácticos.
Después de que Paul Pascon muriera en 1985, ¡el
estado marroquí dio su nombre a una institución educativa en la ciudad ocupada
de El-Aaiún! ¿Fue una coincidencia? ¿O el Makhzen tenía la intención de vengarse
contra este académico opositor y controvertido?
¿Será que el ejército marroquí
eliminó físicamente a los jóvenes franceses y a su amigo marroquí?
Una tercera teoría,
relacionada con la presentación de la publicación "Info Sahara" en su
número de abril de 1976, abre una posibilidad diferente sobre la forma en que
desaparecieron los jóvenes. Esta teoría se puede resumir en que la presencia de
tres chicas francesas de entre 17 y 20 años en un lugar apartado y sin contacto
con sus familias o el mundo exterior pudo ser un factor tentador para elementos
del ejército marroquí confinados durante varios meses en las profundidades de
zonas remotas, lo que les hubiera llevado a agredir a las chicas y luego
liquidarlas a ellas y a sus acompañantes para deshacerse de los testigos del
crimen.
Esta hipótesis se sostiene en el anuncio del
Frente Polisario de que uno de sus combatientes había encontrado la tarjeta
diplomática de uno de los hijos del asesor político de la embajada francesa en
Rabat, Jean-Pierre Guiot, junto con los documentos militares que portaba un oficial
marroquí muerto durante una batalla del Ejército Popular Saharaui contra
unidades invasoras marroquíes.
Evidentemente, los hechos y los frecuentes
testimonios sobre la liquidación de civiles saharauis por parte del ejército
marroquí son demasiados para contarlos. Una fosa común fue descubierta en 2013
en la zona "Fadret Legüea" en las afueras de Meheriz, que contenía
los cuerpos de ocho civiles, incluidos los de dos menores, lo que evidencia la
posibilidad de que para la eliminación de los cuerpos de los jóvenes se hubiera
recurrido a su entierro en una fosa común en el lugar de la agresión.
Para ocultar las características de este
crimen, el escenario del secuestro podría haber sido fabricado y atribuido al
Frente Polisario para distorsionar la lucha del pueblo saharaui e incitar a la
opinión pública francesa y europea contra los saharauis. Quizás esto era a lo
que se refería el mártir Luali Musatafa en una grabación de audio en la que le
decía a Francia que “buscara los cuerpos de sus ciudadanos en el ejército
marroquí”.
Independientemente del método por el cual estos
jóvenes inocentes fueron liquidados, el Estado marroquí es directamente
responsable de lo que les sucedió en su territorio, tras otorgarles un permiso
para cruzar a una zona de guerra y ocultó a sus familias la realidad de la
situación del territorio que se caracterizó por la intensificación en aquellos
momentos de los combates entre las fuerzas marroquíes y los combatientes del
Frente Polisario.
Hasta que surjan nuevos testimonios o
información relevante, la desaparición de seis jóvenes inocentes en el invierno
de 1976 sigue siendo un misterio y un crimen que quedó impune e incluso olvidado.
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