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"La guerra tomará su verdadera ruta más eficaz en las próximas semanas y no quedará estacionada en su actual dinámica". Comandante M.L Buhali

A la izquierda Mohamed Lamin Uld Buhali junto al difunto líder saharaui Mohamed Abdelaziz

Diario La Realidad Saharaui/DLRS, 19/02/2021
صحيفة الواقع الصحراوي

*Traducción: Poemario por un Sahara Libre. Fuente: RASD 24

«O nos exterminarán y no quedará ningún saharaui sobre la faz de la tierra o lograremos nuestra independencia y conquistaremos nuestro derecho, arrebatándolo de las manos de los enemigos invasores, quieran o no quieran» Cdte ML. ULD BUHALI

Entrevista a Mohamed Lamin Uld Buhali, veterano de la guerra saharaui, uno de los fundadores del Frente Polisario y ex ministro de defensa saharaui, conversación concedida al canal RASD-24 el pasado lunes. El carismático dirigente militar analiza la actual guerra que los saharauis están librando en contexto diferente a la anterior y la dinámica con que ésta se va a ganar a un Marruecos anegado en un sinfín de problemas políticos, económicos y revueltas sociales, tanto interior como en el contexto regional africano y árabe. El video se puede visualizar aquí en su versión hasania.

Por nuestra naturaleza los saharauis no somos belicistas, sí somos amantes de la paz y amantes de la libertad. Y la independencia exige y obliga ir a la guerra, esto es inevitable, impone el combate como una de las vías usadas a través de la guerra. Y ¿por qué? Nosotros buscamos nuestra independencia y para ello tienes que hacer sentir al ocupante que no entiende otra lengua que no sea la de la fuerza, la de la guerra. Nosotros hemos llevado a cabo una guerra de dieciocho años continuada desde su primera etapa y que evidentemente ha sido excelente en cuanto a nuestra capacidad en los combates, en la cantidad de soldados enemigos capturados,  en el trofeo capturado, en cuanto a los territorios liberados, en cuanto al dominio que le impusimos a todas las fuerzas enemigas. Una guerra que hemos desencadenado con unas capacidades desbordantes que ha demostrado el combatiente saharaui y con una fuerte convicción.

Desde el cese el fuego hasta el 13 de noviembre la situación había transcurrido como ni paz ni guerra. Pero por lo visto era una paz falsa y con trampa, y claro está, la guerra estaba paralizada por las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, las misiones de la MINURSO, las misiones de cese el fuego etc etc. Todos ellos no aportaron nada. Y son más de veinte años sin ningún aporte positivo que pudiera darle confianza al pueblo saharaui para que lograra su derecho en el más breve tiempo posible. Ni tampoco infundió confianza al combatiente saharaui para dejar el combate. Porque la solución se veía que iba tomando su verdadero itinerario. Entonces al final no hubo espacio para una solución ni tampoco para el cese el fuego de forma definitiva. Y esto nos ha demostrado que Marruecos es un país agresor ocupante, malvado, tramposo, sin compromiso y sus intenciones claramente son siempre malévolas porque es engañoso.

Al invasor marroquí lo conocemos desde el primer día que ocupó el Sahara en colaboración con la Mauritania de entonces. Cuando repartió los territorios del Sahara con Mauritania entregándoles la región de Dajla y él se quedó con la región de El Aaiun y estos son los territorios que se repartieron durante el inicio de la invasión en 1975. Entonces la guerra continúo desarrollando su marcha por una parte contra Mauritania y por otra contra Marruecos. En unas circunstancias especiales Mauritania se dio cuenta que su participación en la guerra era un error y a la vez se dio cuenta que su capacidad militar no le favorece en la continuidad en la guerra y es cuando comenzó a buscar la forma con la que podría abandonarla. Mientras que Marruecos actuaba como el demonio que quería devorar a todos. Poseer lo que tenía y después lo que tenía Mauritania, ocupado ese territorio. Antes no reivindicaba la parte que tenía Mauritania. Pero cuando Mauritania tras el reparto declaró su retirada de la zona que tenía bajo su dominio, que era la ciudad de Dajla, Marruecos empezó a concentrar sus tropas con el propósito de conquistar esa región. Y esto significa que la verdadera razón de su invasión carecía de razón ni pretexto y su intención era eliminar al pueblo saharaui y apoderarse de su territorio. Entonces para él el pueblo saharaui debería ser arrojado al mar para que desapareciera para siempre. Una parte la tenía Mauritania y la otra Marruecos, y cuando Mauritania abandonó esa parte Marruecos dijo: conquistadla.  

Marruecos desde el primer momento es de sobra conocido por tratar de ocultar la realidad de la guerra, es decir desde 1975 en nuestra primera guerra de liberación. Sin embargo, la intensidad de las batallas, el número de soldados capturados en sus filas, la dimensión de las derrotas que ha sufrido las Fuerzas Armadas Reales, FAR, y su expulsión de los territorios que había ocupado, han desenmascarado sus pretensiones y sus discursos. Y a la vez desacreditó todos sus argumentos, porque ya no se trata de tergiversaciones sino de hechos objetivos y evidentes en el terreno.  El mundo estaba observando, territorios que se liberaban, los trofeos de la guerra, la cantidad de soldados capturados y el número elevado de sus muertos y heridos en los combates.  A pesar de que nosotros conocemos la abismal desproporción entre los marroquíes y los saharauis. Sin embargo, nuestra capacidad, convicción y la moral con las que está armado el soldado saharaui no son las mismas que impulsan al soldado marroquí. Porque este soldado marroquí está empujado a un desconocido lugar del que no sabe nada e ignora el resultado y tampoco conoce los impulsos que lo empujan a tierras de otros para morir. Sin embargo, el saharaui sabe que está combatiendo por su patria, tierra por la que debe caer por su liberación.

En cuanto al regreso de la guerra y las circunstancias y el poco tiempo que llevamos en ella desde la vuelta con el golpe de El Guerguerat, estamos hablando de hace aproximadamente unos tres meses, si nos fijamos en la naturaleza de las operaciones militares vemos que son las más adecuada para esta fase de la guerra. Creo que para este escenario no existe otro formato, ya sea en cuanto a ejecutar ataques contra las fuerzas marroquíes, o ya sea en cuanto a la respuesta del Ejército Saharaui contra las tropas marroquíes, al igual que la respuesta que están ofreciendo nuestros medios de defensas aéreos contra las tropas marroquíes en tanto sus incursiones aéreas y terrestres, para que nuestra respuesta sea completa, fuerte, con sus efectos y sus efectivas energías. Y esto es lo razonable, para que nos damos cuenta si estamos en una guerra o no. Cuando estamos en la guerra nos involucramos en ella hasta lo máximo. Y esto es muy conocido en la personalidad del combatiente saharaui, se implica hasta el fondo. Pero cuando vemos que no es el momento necesario por razones o circunstancias, debemos entender que estamos en otros escenarios que no nos permite este alcance. Y es por ello que debemos cesar cuando lo veamos necesario y volver a ponernos en marcha en el momento justo. Creo que estas actuales circunstancias nos conducen verdaderamente entrar en la guerra y sin reparos, ya sea en cuanto a nuestras fuerzas antiaéreas como terrestres. Marruecos está demostrando no ser un país serio en el que se puede tener confianza, no ofrece relaciones basadas en la seriedad, es un país falso. Un día puede estar al lado de los sionistas o con los norteamericanos, en otras circunstancias puede estar predicando contra la injusticia, sea como fuera. Es un país conocido por la maldad y al malvado no se le trata sino con la contundencia de la fuerza. Y esa fuerza con la que se responde debe ser más contundente que la propia maldad del agresor para que entienda hasta dónde puede llegar el alcance de su agresión.

Creo que la cuestión es muy sencilla, nosotros hemos llevado el primer año de la guerra de liberación en 1975 y hemos continuado en el combate durante casi veinte años o más. ¿Podrá el mundo tener sospecha sobre cómo el pueblo saharaui llevará su combate liberador?, ¿o cuestionar las batallas del Ejército de Liberación Saharaui? ¿o la veracidad de las operaciones militares?, ¿el número de muertos?, ¿el número de prisioneros?, ¿la cantidad de material de guerra recuperado?, ¿los aviones derribados?, ¿los tanques destruidos en el terreno de batalla? Creo que aquí no debe haber dudas. Ni caben dudas de que aquí hay un pueblo saharaui cuya respuesta ha sido y es contundente y sigue con esa limpia respuesta, que parte de una fuerza de dimensión inestimable. 

Antes Marruecos trató de usar El Guerguerat, cuando no es más que un pequeño eslabón, para que esta zona se convirtiera en un paso de narcotráfico y de mercancías de norte al sur, es decir de Europa a África. Era un objetivo que los marroquíes pretendían y con este modus operandi intentaban ganar adeptos. Los saharauis no creían que Marruecos pudiera violar de esta forma esta parte del territorio, aunque la respuesta no estaba prevista que fuera con las armas. Pero cuando confirmó que los marroquíes habían atravesado las fronteras desde El Guerguerat hacia la otra parte, esto ya significaba de por sí que la guerra se nos había impuesto.

Así se convirtió ya un en asunto que compete al Ministerio de Defensa y a los líderes saharauis. Pero creo que la guerra tomará su verdadera ruta estipulada y más eficaz en las próximas semanas y no quedará estacionada en la actual dinámica. Y aquí se plantea una interrogante: ¿Cuál sería el otro escenario fuera de la opción de la guerra? Y en mi opinión creo que no hay otra opción, porque estas opciones se imponen por sí mismas y la opción de la guerra se impuso para el pueblo saharaui en la época anterior y en la actual. Y en esta ocasión las razones son más contundentes que la vez anterior. Marruecos es un país de ambiciones territoriales, es un país malicioso, su análisis de la situación es erróneo. No respeta los derechos humanos ni respeta a los dueños de la tierra y siempre ha soñado anexionar territorios de los vecinos sea como fuera, como hizo en el pasado con Mauritania y como lo está haciendo con los saharauis. Este es el modus operandi con el que actúa Marruecos, es decir la agresión y la ambición. Ahora el pueblo saharaui está ante sólo una opción, y es la de empuñar las armas con fuerza y plantar una férrea resistencia al ocupante hasta que este agresor se ciña a la razón y acepte la solución acorde al derecho internacional, que es reconocida por las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad, la solución que la propia Naciones Unidas estaba organizando a través de la MINURSO.

Hay cosas que las personas son capaces de predecir y otras no. Nosotros tenemos la convicción de que sin una guerra aleccionadora no se puede recuperar el derecho del pueblo saharaui. Y esta es una firme realidad. ¿Por qué? Porque Marruecos no es un país que se interese por el derecho de los pueblos, no es un país que vele por no derramar sangre, no tiene esas preocupaciones.  No calcula los atropellos que ha cometido contra los pueblos, no les interesa, su objetivo es ocupar y ocupar por la fuerza. Tampoco se interesa en reconocer sus muertos en la guerra ni en que se conozcan sus derrotas. Esta es nuestra experiencia de la anterior guerra, porque es simplemente un régimen malvado, astuto, que ha podido resistir a esa fuerte maquinaria interior y ha seguido resistiéndola como la resistió en los primeros años. Por ello creo que la próxima etapa será decisiva y se determinará el enfrentamiento porque el pueblo saharaui no tiene otra opción que no sea la de las armas, el combate que emana de la propia experiencia adquirida de día y de noche y con continuidad hasta que logre la liberación de la totalidad de la tierra. El combatiente saharaui no es quien va determinar la prolongación de la guerra sino el propio Marruecos, porque es el ocupante, y es quien debe decidir cuándo cesará la guerra o hasta cuando seguirá desarrollándose. Y el pueblo saharaui seguirá luchando con determinación y bravura hasta el día en que Marruecos levantará la bandera blanca pidiendo el cese el fuego y requiriendo una solución.

En esta guerra ya no se trata de estimar o subestimar cada generación buscando el peso de cada cual, porque el valor de una generación es su acción en el terreno. Cuántos han ingresado en las filas del Ejército saharaui, cuántos se entrenan, cuántas capacidades se están reuniendo, su capacidad en desarrollar batallas, su metodología en las batallas, las derrotas que se asestarán al enemigo, y la estrategia con la que se golpeará a las fuerzas enemigas. Estas son las generaciones que liberan a los pueblos, que conquistan los derechos porque el enemigo no concede ningún derecho si no se le arranca.

Estoy seguro de que las generaciones saharauis no pueden traer una solución sin que haya desplegado sus esfuerzos con una clara determinación en la lucha armada y solamente la lucha armada, ni más ni menos. Se trata de un miserable enemigo, sin moral, sin valores, al que sólo le interesa matar a los seres humanos, usurpar la tierra de los otros, expoliar sus riquezas, estas son sus intenciones. Y el pueblo saharaui no debe esperar a que Marruecos se enderece en algún momento, sino que debe comprender que el enemigo marroquí es un enemigo despiadado que seguirá determinado en exterminar el pueblo saharaui. En este contexto, ¿permitirá el pueblo saharaui que su existencia sea eliminada y entregará sus armas o el pueblo Sahara saharaui rechazará entregarse y rechazará su aniquilación continuando su lucha con determinación y sin contemplación? Y esto último es lo lógico, porque no hay otra lógica.

El pueblo saharaui es un pueblo limpio, por su naturaleza no agrede a los otros pueblos, pero sí que reivindica sus derechos y nunca va a renunciar a ellos. Como última palabra el pueblo saharaui lleva a cabo una guerra y aquí sólo hay una opción ya que no se le ha permitido otra. Por tanto, sólo le queda seguir empuñando las armas y luchar hasta el final. «O nos exterminarán y no quedará ningún saharaui sobre la faz de la tierra o lograremos nuestra independencia y conquistaremos nuestro derecho, arrebatándolo de las manos de los enemigos invasores, quieran o no quieran»    

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