Diario La Realidad Saharaui, DLRS
Madrid. 18/04/2017
Así titula hoy El Confidencial el frustrado
intento del Rey de Marruecos Mohamed VI en reunirse con Donald Trump, “Trump da
plantón a Mohamed VI en Florida”. Noticia firmada por el periodista Ignacio
Cembrero y que ha subtitulado “El rey de Marruecos acaba de sufrir las
consecuencias de los repentinos cambios de opinión de Trump. Viajó
apresuradamente a Florida, desde Cuba, pero el presidente de EEUU le dio
plantón”.
El presidente Donald Trump es imprevisible. El
rey Mohamed VI de Marruecos acaba de padecer las consecuencias de esos
repentinos cambios de opinión. Viajó apresuradamente a Florida, desde Cuba,
porque creía tenía un hueco para recibirle, pero Trump le dio plantón.
El soberano marroquí tenía previsto pasar diez
días de vacaciones en Cuba con su esposa, la princesa Lalla Salma y sus dos
hijos, en príncipe heredero Hassan y la princesa Khadija, pero solo estuvo
seis. El jueves 13 de abril puso precipitadamente rumbo a Florida, en un avión
presentado por la familia real saudí, donde Trump acababa de llegar para pasar
unos días de reposo en la residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach. Es la
séptima vez, desde que llegó a la Casa Blanca, que el presidente descansa en
ese lugar. Walid Phares, un asesor presidencial de origenlibanés y exdirigente de la milicia cristiana Fuerzas Libanesas, había dejado
caer al palacio real marroquí que Trump podía recibir en audiencia al monarca,
según fuentes marroquíes. Las autoridades marroquíes debían de estar tan
seguras de que se cumpliría esa vaga promesa que filtraron la noticia al
semanario francés 'Jeune-Afrique' cuya línea editorial suele ensalzar la
conducta del soberano alauí.
“Marruecos: el rey Mohamed VI esperado este fin
de semana por Donald Trump”, anunció 'Jeune Afrique' el 14 de abril. La
exclusiva no llevaba firma alguna. La prensa marroquí retomó al unísono la
información. 'Le 360', el diario online más afín a palacio, añadió de su
cosecha que “Mohamed VI será agasajado con un almuerzo ofrecido por el
presidente norteamericano” el domingo 16 de abril.
Ese día Trump sí ofreció un “brunch”, una
fusión del desayuno y del almuerzo, pero fue a sus familiares y amigos en su
residencia. A primera hora de la tarde se desplazó al aeropuerto de Palm Beach
donde embarcó en el avión presidencial Air Force One rumbo a Washington. No
hubo comida con el rey.
Mohamed VI y su familia dedicaron el tiempo a
pasearse por Miami haciéndose 'selfies' con algún que otro marroquí en un
centro comercial, según publica la prensa de Marruecos. Cenaron el domingo en
un restaurante y cuando el camarero se disponía a servirles el postre un joven
marroquí, Yassine (…)
El séquito real no ha tirado aun del todo la
toalla con Trump. Esperaba este lunes en Miami a saber si en los próximos días
el presidente tendría un hueco en su agenda para recibir a Mohamed VI en
Washington. El monarca quiere entrevistarse con el nuevo presidente por un
montón de razones empezando por el Sáhara Occidental, sobre el que se
pronunciará a finales de mes el Consejo de Seguridad de la ONU. Nikki Haley, la
embajadora de EEUU ante la ONU, es la encargada de redactar el borrador de la
resolución que será sometida a votación.
El miedo del rey marroquí a Trump por sus infantiles y sucios juegos políticos le pesan tanto ante la postura del gobierno de los EEUU respecto al problema del Sahara Occidental ante la política exterior de la nueva administracion americana. El Confidencial hace referencia al espinoso asunto "Mohamed VI quiere también hacerse perdonar por
Trump su abnegado apoyo a Hillary Clinton, su rival demócrata en la carrera
presidencial. Los correos intercambiados entre los colaboradores de la
candidata demócrata, desvelados por el portal Wikileaks en octubre de 2016, indican que el soberano se
había comprometido a proporcionar 12 millones de dólares a la Fundación
Clinton."
Y recuerda El Confidencial que "La última audiencia en el despacho oval de la
Casa Blanca con un rey de Marruecos se remonta a noviembre de 2013. El
presidente Barack Obama recibió entonces a Mohamed VI y le pidió un mayor
respeto de los derechos humanos. El soberano adquirió entonces un triplecompromiso con su anfitrión que no ha cumplido del todo". Le prometió, según algunos telegramas
diplomáticos también revelados por Wikileaks, organizar un programa de visitas
al Sáhara Occidental del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos;
legalizar las asociaciones saharauis que defienden los derechos humanos y
suprimir los tribunales militares que juzgan a civiles".
El Confidencial señala que "Aunque hayan sido acortadas, las vacaciones
reales en Cuba siguen sorprendiendo a los círculos diplomáticos que siguen de
cerca la política exterior de Marruecos. La Habana no tiene relaciones
diplomáticas con Rabat desde hace 37 años y respalda con firmeza al Frente
Polisario, que aboga por la independencia del Sáhara anexionado por Marruecos
en 1975 cuando España, la potencia colonial, se retiró".
Las mentiras de la prensa marroquí sobre una
ficticia agenda de Mohamed VI con recibimiento oficial y encuentros con
autoridades cubanas, le ha desenmascarado el periodista Ignacio Cembrero en el
Confidencial este martes “Para justificar esta estancia en Cuba, 'Le
360' recalca que “Mohamed VI ha mantenido en la isla reuniones con altos
responsables cubanos”. “Incluso cuando se va de vacaciones, el rey elige sus
destinos en función de los intereses del Estado”, añade el más oficialista de
los diarios marroquíes. 'Le 360' no da nombres de esos altos cargos cubanos a
los que alude”.
El Confidencial argumenta la mentira con más
detalles sobre la naturaleza de la visita: “El rey es un jefe de Estado y solo
una reunión con su homólogo cubano, Raúl Castro, que ostenta también amplios
poderes, sería relevante, según fuentes diplomáticas, pero no se llegó a
celebrar. Los medios de comunicación cubanos, todos ellos en manos de los
poderes públicos, han silenciado la visita real de la que la mayoría de los
vecinos de La Habana no estaban al corriente. “La población cubana ha brindado
un recibimiento entusiasta al soberano”, asegura, no obstante, Le 360”.
Y añade el Confidencial que “Las autoridades
cubanas han sido parcas en atenciones con el rey y su séquito. Reforzaron la
seguridad alrededor del lujoso hotel Saratoga, en La Habana vieja -en el que
Mohamed VI reservó todas sus habitaciones- y del Meliá las Dunas, en Cayo Santa
María, una isla paradisiaca de 21 kilómetros cuadrados. También pusieron a su
disposición las limusinas negras en las que se suelen desplazar los jerarcas
del régimen”.
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