ARTICULOS DE OPINION
La urgente necesidad de responder a
los drones marroquíes en la guerra por parte del Ejército Saharaui
Por: Bol-la Hebib Braika periodista
y analista saharaui
Puede que esta no sea la primera vez desde la
reanudación de la guerra en el Sáhara Occidental el 13 de noviembre, que un
mártir saharaui fuera asesinado por ataques con aviones no tripulados, pero es
la primera vez que un oficial de alto rango ha sido el objetivo.
A pesar del extremo secretismo de Marruecos
sobre la guerra y las pérdidas humanas y materiales en que incurrió, muchos de
sus webs y portales árabes y extranjeros como Montecarlos International,
Jerusalen, France 24 y Monde Afrique y otros se ocuparon de la noticia del
martirio de un oficial militar saharaui, con el que se ha refutado el relato
marroquí de la no existencia de guerra en el Sáhara Occidental.
La operación militar, que fue publicitada para
la opinión pública como una victoria militar del ejército marroquí, puede ser
vista por los funcionarios marroquíes con mucha aprensión, porque existe un
gran temor de empujar al Frente Polisario a buscar la adquisición de drones.
De hecho, se está formando un consenso entre la
dirección del Frente Polisario y las bases populares sobre la urgente necesidad
de adquirir drones o sus armas antiaéreas.
Así como se ejerció una intensa presión sobre
los dirigentes saharauis para que volvieran a la lucha armada contra el
ocupante marroquí, la última operación en la que fue asesinado un alto oficial
militar, también constituyó una apremiante opinión nacional sobre la necesidad
de obtener drones.
El asunto también puede poner a los aliados del
Polisario ante a una presión a la luz de los repetidos ataques de drones sin
proporcionarles la tecnología para lidiar con ellos. Y muchos comenzaron a
preguntarse sobre los drones que se usaron en Yemen, Libia, Azerbaiyán y otras
regiones del mundo, ¿qué está impidiendo que el Polisario los adquiera?
Un factor que puede afectar a la moral del
ejército saharaui es la continuidad de los ataques con drones, sin capacidad
para contrarrestarlos, a pesar de que el soldado saharaui no carece de
determinación, coraje y fe en la justicia de su causa.
De los intensos movimientos de la diplomacia
saharaui-argelina en los últimos tiempos se desprende que hay un fuerte enfoque
en la diplomacia para situar a Marruecos en un aislamiento regional e
internacional, obligándolo a sentarse en la mesa de negociaciones, más que
centrarse en la guerra.
Aunque la diplomacia es un frente paralelo para
la guerra, la creencia de que el aislamiento diplomático de Marruecos, el
deterioro de sus condiciones económicas y sociales y la guerra en curso en el
Sáhara Occidental lo empujarán a hacer una concesión y buscar un acuerdo
político, puede ser demasiado optimista. Incluso si Marruecos se debilita y
finge querer un arreglo en el futuro previsible, esto puede ser nada más que
una maniobra para salir de sus crisis.
La experiencia de los últimos años ha
demostrado que Marruecos recita y no cambia, pero también demostró que la
guerra es la única que hizo retroceder su proyecto de expansión y sentarse a la
mesa de negociaciones, de acuerdo con las decisiones de legitimidad
internacional.
Cuando el Frente Polisario adquirió misiles SAM
en la década de 1980 y se entrenó para usarlos en un tiempo récord, los aviones
marroquíes comenzaron a caer en decenas. Las capacidades aéreas de Marruecos se
vieron interrumpidas, lo que llevó al rey Hassan II a decir en ese momento que
se estaba enfrentando a un ejército regular.
Si el Frente Polisario adquiere drones que se
adentren en Marruecos, esto constituiría un punto de inflexión decisivo en el
transcurso de la guerra y en el estancado curso político.
La apuesta siempre sigue siendo la paz, pero
todos los esfuerzos deben centrarse en la guerra, porque es el garante que va a
empujar a Marruecos a someterse a la voluntad del pueblo saharaui y de la legalidad
internacional.
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