Diario La Realidad Saharaui/ DLRS, 23/05/2021 صحيفة الواقع الصحراوي
ARTCULO DE OPINIÓN
La invasión de Ceuta da la razón al pueblo saharaui. Salamu Hamudi Bachri, es periodista saharaui
La invasión de Ceuta da la razón al pueblo
saharaui Salamu Hamudi Bachri*. A finales de julio de 2019 tres políticos
españoles coincidieron al unísono, en sendos artículos periodísticos, en
elogiar de forma desmesurada la figura del Rey de Marruecos, Mohamed VI.
Zapatero, Rajoy y Moratinos, coincidiendo con el 20 aniversario de la
entronización del monarca alauí, se desahogaron en una retahíla de adjetivos
rimbombantes, que dan al lector la sensación de que la panacea de todos los
malos de Marruecos (y son muchos) es el reinado del vástago de Hassan II.
Resulta que dos años después, la cruda verdad emergió sobre esos calificativos
y convirtió todos los halagos en papel mojado. Paradoja de la vida. Mohamed VI
había estado engañando al mundo, o el mundo se dejaba engañar, por la gallardía
del joven monarca. Y la cruel realidad confirmó lo innegable: Mohamed VI es el
mismísimo mal de Marruecos. Lejos de modernizar, democratizar, estabilizar,
progresar… el Rey de los pobres, como se le llegó a calificar, ha transformado
su país en una ruina total: pobreza, retraso, marginación, nepotismo,
clientelismo…y lo peor de todo: Una nación sin futuro. Y el reflejo de ese
cataclismo político y social fue impreso inequívocamente el pasado martes 18 de
mayo con la llegada de más de 8 mil marroquíes a las costas de la ciudad
española de Ceuta. Bebés, menores, mujeres, jóvenes… optaron por un suicidio
colectivo por el mar, por lo desconocido, huyendo de un país que los tres
políticos españoles describían como un “referente en modernización y
democracia”.
Mohamed VI percibe sus súbditos como andrajos
humanos sin almas; sin dignidad, sin valor y sin patria. Porque, aunque nos
quieran confundir, toda decisión que se toma en Marruecos, es patrimonio
exclusivo del monarca. Los demás son ejecutores. De ahí que sobre esta tragedia
humana no hubo ni un ápice de crítica interna. Mutismo total en la casi decena
de partidos políticos, y lo mismo se aplica a los movimientos sindicales y a la
prensa. Lo incomprensible y penoso llega cuando algunos por omisión o
connivencia nos intentan convencer de un Marruecos moderno, cosmopolita y
abierto. Y en ese momento, echan en falta al pueblo saharaui, acusándole de no
aceptar propuestas “acorde” a los parámetros de este siglo, afeándoles su
compromiso y su determinación por querer crear un estado libre y soberano fuera
de la órbita de un vecino “aliado, fiable y serio”.
El último, pero no el único, de esos
predicadores que saltan a la palestra en aguas revueltas, ha sido el exministro
de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, que en una
entrevista con el diario español El Mundo, quiso hacer un trabalenguas con las
cifras de censados saharauis para un referéndum de autodeterminación, dejando
entrever que eso imposibilita la consulta, o que las aspiraciones del pueblo saharaui
son algo obsoletas.
Analistas, políticos y medios de comunicación
(léase ABC, La Razón, entre otros etc…), que como Margallo, han sucumbido a los
cantos de sirena de Marruecos, olvidan que un futuro Estado saharaui
independiente y soberano es una solución viable y fiable. Un muro franqueable y
de contención al constante chantaje y provocación del vecino del sur. Tanto es
así, que los más expertos y los más prestigiosos think tanks en el tema así lo
avalan.
Es más, grandes dirigentes que han pilotado durante
décadas el destino de los Estado Unidos, y por ende, el mundial, reconocen sin
tapujos que mientras no se resuelva el conflicto saharaui, no habrá paz ni
estabilidad, ya sea en el norte de África, en el Sahel o incluso en Europa.
Hablo por ejemplo de James Baker (exsecretario
de Estado de los Estados Unidos), John Bolton (ex asesor de Seguridad Nacional
de EEUU), el senador James Inhofe o el propio exenviado de la ONU para el
Sahara Occidental, Christopher Ross, que reconocen abiertamente que el Estado
saharaui tiene todos los ingredientes para tener éxito como Estado
independiente.
Si los expertos hablan, que algo sabrán al
menos, los necios han de abstenerse de propagar y defender la ilegalidad
internacional y la sinrazón. Cuando pase la actual tormenta, que me temo que
tardará, el pueblo saharaui seguirá ahí, como ha estado siempre, dando la
mejilla por la dignidad, aguantando la injusticia y el ímpetu de la brutalidad
del régimen marroquí.
Flaco favor hacen esos que a los cuatro vientos
siguen insistiendo que Marruecos con la actual cúpula autocrática, es una
apuesta segura. Y que torpemente desean invertir el trascurso del pasado de la
historia, haciéndonos ver que los saharauis, y sus líderes, son ahora los
verdugos, y que los propios criminales marroquíes son las víctimas. Humilde es
el pueblo saharaui, y el tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Los saharauis
nunca temimos a la guerra, a los bombardeos, a las violaciones de derechos
humanos. incluso al genocidio. Y toda esa pantomima mediática y judicial pronto
quedará en agua de borrajas. Y desde luego, desengáñese a estas alturas de
nuestra lucha como pueblo no vamos a defraudar la historia, por mucho que
Zapatero, Rajoy, Moratinos, Margallo, ABC, La Razón, El País, etc.… edulcoran
un régimen chantajista y un monarca desalmado, lejos de asumir y reconocer que
Marruecos es el culpable, porque España es responsable.
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