Amnistía responde a Marruecos que tiene pruebas
de espionaje a periodistas. Muestra de la persecución de varios periodistas saharauis encarcelados en Marruecos por informar sobre la violaciones de derechos humanos contra los saharauis
En la misiva, Amnistía dice aportar pruebas de
que el teléfono móvil de Radi, al igual que el un activista de izquierdas
llamado Maati Monjib, fueron objeto de un examen forense por parte de los
expertos de AI que demostró que tenían instalado el programa de espionaje 'Pegasus',
desarrollado por NSO
Según la agencia española EFE que trabaja desde Rabat, Marruecos, y que recoge el periódico digital Diario Libre, en su despacho
informativo de ayer viernes 3 de julio dijo que la organización Amnistía Internacional
(AI) respondió el viernes 3 de julio al Gobierno de Marruecos con una carta en
la que afirma tener pruebas del espionaje practicado por el Ejecutivo contra el
periodista Omar Radi mediante una tecnología desarrollada por la empresa
israelí NSO.
La fuente dijo que la carta, cuyo contenido fue
revelado a Efe por fuentes de Amnistía, fue entregada el viernes en el
ministerio de Derechos Humanos, que encabeza el islamista Mustafa Ramid.
EFE señaló que el gobierno de Rabat exigió el
jueves esta respuesta con pruebas que demostrasen su implicación en el supuesto
espionaje al periodista. En la misiva, Amnistía dice aportar pruebas de que el
teléfono móvil de Radi, al igual que el un activista de izquierdas llamado
Maati Monjib, fueron objeto de un examen forense por parte de los expertos de
AI que demostró que tenían instalado el programa de espionaje 'Pegasus',
desarrollado por NSO. La fuente no precisó en qué lugar tuvo lugar ese
'examen forense' pero dio a entender que no fue en Marruecos.
Amnistía asegura que los servicios de la
israelí NSO solo se venden a gobiernos u organismos oficiales (policías,
ejércitos, agencias de espionaje) y nunca a civiles u organismos no
gubernamentales.
En su carta, Amnistía refuta además la
afirmación del Gobierno marroquí de que su informe original sobre el espionaje
a Radi, aparecido el 22 de junio en 17 medios internacionales, fue publicado
sin contrastarlo con el propio Ejecutivo. Sostiene AI que cinco funcionarios
del ministerio marroquí de DDHH fueron contactados en vano para buscar su
respuesta antes del día 22.
La fuente dijo que la organización pro derechos
humanos dice además que Marruecos ya ha recurrido en el pasado a tecnologías de
espionaje tecnológico contra disidentes: su Gobierno -dijo la fuente- 'es
responsable de intimidar, perseguir y criminalizar a defensores de derechos
humanos y periodistas'. Y señaló que las otras veces en las que AI ha
documentado espionaje contra opositores fue en 2012, contra el grupo
'Mamfakinch' (No cedemos) y en 2019 contra el abogado especializado en defender
a opositores rifeños Abdesadeq Buchtaui, quien finalmente consiguió asilo
político en Francia, según la organización.
Con respecto al posible cierre de la sede de
Amnistía Internacional en Rabat, la fuente dijo que sería 'muy mal visto por la
comunidad internacional', aunque consideró que no sería sino 'otro paso más en
la represión y las violaciones a los derechos humanos'.
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